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Implantología

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Implantología

Los implantes dentales son pequeños dispositivos de titanio que se colocan en el hueso maxilar o mandibular para sustituir la raíz de un diente perdido. El implante se fija en el hueso y sirve como base para un diente artificial, ya sea una corona, un puente o una prótesis removible. Los implantes dentales son una opción popular para reemplazar dientes faltantes, ya que ofrecen una mayor estabilidad y comodidad en comparación con las prótesis tradicionales y también ayudan a mantener la estructura ósea del maxilar.

Existen diferentes tipos de implantes dentales que se utilizan para reemplazar dientes perdidos o ausentes.

Es importante destacar que la elección del tipo de implante dental dependerá de la evaluación realizada por el profesional dental y de las necesidades específicas de cada paciente. El odontólogo o cirujano oral determinará el tipo de implante dental más adecuado en función de factores como la cantidad y calidad del hueso, la ubicación del diente faltante y las preferencias del paciente. Aquí tienes algunos de los tipos más comunes de implantes dentales:

Estos son los implantes más comunes y se colocan directamente en el hueso maxilar o mandibular. Los implantes endoóseos suelen tener forma de tornillo o cilindro y están hechos de titanio, un material biocompatible que se integra perfectamente con el hueso, favoreciendo su osteointegración. Estos implantes ofrecen una base sólida y estable para soportar una corona dental, un puente o una prótesis dental completa, proporcionando una solución duradera y estética para la pérdida de dientes.

El proceso de colocación de implantes endoóseos implica una cirugía menor realizada bajo anestesia local. Una vez colocados, se necesita un período de cicatrización durante el cual el implante se fusiona con el hueso, formando una unión fuerte y estable. Este proceso de integración puede tardar varios meses, pero es esencial para asegurar la longevidad y el éxito del implante.

Además de su durabilidad y funcionalidad, los implantes endoóseos ayudan a mantener la estructura facial y prevenir la pérdida ósea que suele ocurrir después de la pérdida de dientes. Gracias a los avances en la implantología moderna, los implantes dentales endoóseos tienen una alta tasa de éxito y pueden mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes, permitiéndoles disfrutar de una sonrisa natural y una masticación eficiente.

Los implantes dentales cigomáticos se utilizan en casos en los que no hay suficiente hueso en la mandíbula para colocar implantes endoóseos convencionales. Estos implantes se fijan en el hueso cigomático, que es más densa y se encuentra en la parte posterior del pómulo. Los implantes cigomáticos ofrecen una opción para aquellos pacientes que no son candidatos ideales para los implantes endoóseos tradicionales.

Los implantes dentales pterigoideos son una alternativa a los implantes cigomáticos en casos de falta de hueso en la zona posterior de la mandíbula. Se colocan en el hueso pterigoideo, que se encuentra en el área del cráneo cercana a la mandíbula. Estos implantes permiten la colocación de prótesis dentales fijas en casos de falta de hueso posterior.

Los implantes de carga inmediata son aquellos que se colocan y cargan con una prótesis dental fija en el mismo procedimiento quirúrgico. En lugar de esperar varios meses para que el implante se integre con el hueso, se puede colocar una corona dental provisional o una prótesis provisional en el momento de la cirugía. Esto permite al paciente tener una dentadura funcional y estética de manera casi inmediata.

Los implantes dentales mini son versiones más pequeñas de los implantes endoóseos convencionales y se utilizan en casos en los que hay poco espacio o densidad ósea limitada. Estos implantes son menos invasivos y pueden ser una opción adecuada para aquellos que no son candidatos para implantes de tamaño estándar.